domingo, julio 21, 2013

#ParaQueTeRíasUnPoco #estiloRobertoLomje pic.twitter.com/cPBNYLJY44en la entrevista por trabajo - L'humeur

Un hombre se presenta para un trabajo de vendedor; su experiencia y sus referencias son impecables, pero tiene un problema: no puede parar de guiñar el ojo. 
El jefe de recursos humanos que lo entrevista le confiesa sus prevenciones:
- Mire; lo suyo es muy bueno pero sabrá comprender que un vendedor que guiña el ojo todo el tiempo no es precisamente...
- ¡No, pero esto tiene remedio: si me tomo dos aspirinas se me pasa!
- ¿En serio? A ver: demuéstremelo.
El aspirante sonríe, y comienza a sacar de su bolsillo decenas y decenas de profilácticos: de colores, entramados, lubricados, de diferentes sabores... Finalmente, entre un mar de condones encuentra una tira de aspirinas; saca dos del blister, se las pone en la boca, las traga y casi de inmediato el molesto tic desaparece por completo. 
El entrevistador no puede menos que admirarse tanto por el remedio como por la carga que lleva el postulante en sus bolsillos. 
Y le pregunta:
- Mire, me parece bien esto de las aspirinas, pero esta es una compañía seria, y no podríamos tolerar un vendedor que ande por todo el país acostándose con cuanta mujer se le cruce por delante...
- ¿Pero de dónde saca eso, señor? Yo soy un hombre felizmente casado, fiel a mi esposa, incapaz de mirar a una mujer ajena...

- ¿Y entonces por qué anda con esa carga de profilácticos?
- ¿Y usted alguna vez entró a una farmacia, guiñando un ojo, y pidió aspirinas?

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