Un viejo gaucho, vestido tradicionalmente, con bombacha, faja, sombrero, botas y espuelas, entra a un bar y pide una bebida. Mientras estaba sentado bebiendo su caña, una joven se sienta a su lado y después de pedir su trago se vuelve hacia el gaucho y le pregunta:
-¿Es usted un gaucho de verdad?
-Bueno..., he pasado toda mi vida en un rancho, enlazando vacas, domando caballos, esquilando ovejas, alambrando y yendo de yerra en yerra. Sí, creo que soy un gaucho de verdad.
Después de un rato, el gaucho le pregunta qué es ella, y le responde:
-Yo soy lesbiana. Paso el día entero pensando en mujeres; me despierto pensando en mujeres, cuando como pienso en mujeres, bañándome pienso en mujeres, ¡todo me hace pensar en mujeres!
Un rato después, ella se marcha y el gaucho pide otra bebida. Una pareja se sienta a su lado y le preguntan:
-¿Es usted un gaucho de verdad?
-Yo siempre pensé que lo era, pero me acabo de dar cuenta de que soy lesbiana...