Una mujer camina por la playa, lamentándose
de lo mal que salió de la demanda de divorcio: su exesposo le ocultó activos,
consiguió testigos falsos y la dejó poco menos que en la calle. En esa caminata
tropieza con una lámpara semienterrada en la arena; la recoge, la frota para
limpiarla y ¡zas! aparece un genio que -obviamente- le dice:
-¡Por haberme liberado, te concederé
tres deseos! Pero venía escuchando tus pensamientos y te aclaro que, como soy
un genio antidivorcista, a tu exesposo le será concedido diez veces todo lo que
me pidas...
La mujer no puede salir de su asombro,
pero también de su indignación. Piensa y pide:
-Dame mil millones de dólares.
Un instante después, tiene en su mano
una boleta de depósito en una cuenta en Suiza por ese importe. El genio
exclama:
-¡Concedido! Tu exesposo recibió u$s
10.000 millones.
Indignada, piensa en el segundo deseo:
-Quiero una mansión en París, otra en
la Costa Azul, un piso en el Upper East Side de Nueva York y un campo de soja
en la Argentina, de 10.000 hectáreas. El genio exclama:
-¡Concedido! Pero tu exesposo recibió
diez veces eso... Te queda un solo deseo, y vuelvo a recordarte que tu esposo
recibirá diez veces lo que pidas...
-No hay problema: quiero ya dar a luz
un par de mellizos...