Un hombre entra a un bar y ve a un
amigo bebiendo solo, muy mal entrazado. Se sienta a su mesa y le dice:
-¡Hola, Pedrito! ¡Tanto tiempo! ¿Cómo
andás? No te veo bien...
-Y qué querés... se me murió mi vieja
en octubre...
-Uy, pobre...
-...y me dejó cien mil pesos. En
noviembre, ¡no va y se muere mi viejo!
-A la pucha, qué duro; te quedaste
huérfano en el término de un mes.
-Y me dejó otras cien lucas. Y en
diciembre se murió mi tía más querida, la que me crió como a un hijo...
-¡Che, pero qué racha nefasta!
-...y me dejó otras cien lucas.
-Claro, y por eso estás así...
-No, porque ya estamos a nueve de
enero y nada, todavía nada...