Hoy también queremos anunciarles, Gobernador, que he dispuesto que el ministerio de Agricultura y Ganadería, junto con el de Economía y usted como progobernador, conformen una unidad y destinar a esa unidad 60 millones de pesos para que los más...tenemos aproximadamente aquí en Tucumán, no pasa lo mismo en Salta y en Jujuy donde las producciones son más grandes, aquí tenemos aproximadamente unos 6.000 pequeñísimos productores de menos de 15 hectáreas, el precio del azúcar internacional se vino en picada, los precios internacionales están por el suelo.
Hoy es más sustentable para la industria azucarera el precio interno que el precio que se paga afuera. Que se notifiquen y lo vamos a sostener a partir de estas políticas y de la administración de comercio. Lo sabe la industria azucarera que, además,...producción que ha tenido y vos lo sabés José y lo sabe todo tucumano o jujeño o salteño medianamente bien informado, vamos a ayudar a los pequeños productores.
Lo único que pedimos es agilidad, no burocracia y transparencia para que llegue a quien realmente lo merece y lo necesita para sostener la producción y el sustento familiar. Casi agricultura familiar.
Pero, ¿saben por qué podemos hacer eso? Esto no es porque uno patea la baldosa y sale la plata. No, para nada. ...Comercio, eso que a muchos le molesta y nos permite tener superávit comercial en dólares. Porque tenemos, además, política crediticia del Banco Nación, no ya para las megaempresas, sino para las pequeñas y medianas industrias y es lo que queremos seguir sosteniendo.
Porque, además...Son los pibes, Moreno, no es cualquier cosa. A veces los pibes, que no tienen filtro, entienden mucho más que otros u otros se hacen los desentendidos porque tienen intereses. En fin, no sé cómo será la cosa. La cosa es que hay bastantes que se hacen los tontos. No es que sean tontos, se hacen nada más.
Pero, bueno, además, de lo que hemos realizado, como vos decías José, con la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, que nos permite afrontar con nuestras reservas el pago de la deuda y también, disponer que parte del dinero que tienen depositado los bancos, un 5 por ciento apenas, sea destinado para préstamos para la producción del sector privado. Que también debe comprender la etapa global y regional que están viviendo. Sobre todo, algunos te refregaban muchas veces por la cara algunos ejemplos de otros países que parece ser no eran lo que eran, y no es que seamos mejores ni peores que nadie, acostumbrémonos a no compararnos con nadie; acostumbrémonos a ser lo que somos nosotros, a guiar las políticas que nos convienen y las que son más convenientes para los millones de argentinos.
Yo quiero decirles también desde esta capital de la independencia argentina, que así como no va haber trabajadores independientes en un país dependiente, tampoco va a haber grandes empresarios ni grandes financistas si no logramos sostener el modelo.
En todo caso, en esta etapa tan particular del mundo de la región, si antes se la llevaban en pala, ahora a lo mejor la tienen que recoger en alguna cuchara sopera. Pero igualmente, me parece que hay poner un poco de sentido común.
No pido generosidad, no pido sentimientos, estamos hablando de economía y yo también soy fría cuando hablo de economía y de intereses.
Pido, simplemente, inteligencia para entender lo que están queriendo hacer, no solamente con la Argentina, sino con la región. Y como todos tienen muchos intereses aquí, otros tienen otros en otras partes también, pero sepan que esas cosas también pueden desaparecer de un momento para el otro.
El otro día, estaba mirando una película que te enseña un poco cómo otros construyeron su historia. Una historia...la de Lincoln, aquel maravilloso presidente norteamericano que abolió la esclavitud. No la hizo Fidel Castro, la dirigió Steven Spielberg, así que...y cuenta cómo durante la segunda presidencia de Lincoln obtuvo la décimo tercera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, la que abolía, nada más ni nada menos, que la esclavitud.
Mírenla, vean cómo se negociaban los votos de aquella reforma que abolía la esclavitud. Maravillosa, eh, estamos hablando de una ley ejemplo en el mundo que dividió en un guerra civil a ese país donde, afortunadamente, vencieron los que querían a las industrias y a los negros trabajando en las fábricas y comprando camisetas y no con grilletes recogiendo algodón en el Sur.
Nosotros tuvimos una suerte diferente, pero ahora que volvimos a retomar el manejo de nuestra economía; ahora que la decisión volvió a ser nacional, tomada aquí; ahora que hemos logrado desendeudar al país, cuando vemos cómo Europa se derrumba frente a deudas impagables; ahora, queremos un gobierno que siga ampliando derechos a los trabajadores, a los jóvenes, a los ancianos, a los estudiantes.
¡Por qué no poner todos el hombro para que esto siga para adelante! No es mucho lo que se está pidiendo. Es simplemente volver a construir los cimientos de esta segunda independencia que logramos y saber que además lo tenemos que hacer junto a nuestros hermanos de la América del Sur.
Porque fue, precisamente, la unidad de los pueblos de la América del Sur, la que permitió la emancipación de Chile, de Perú, de Bolivia, de Colombia, de la Gran Colombia, como le gustaba decir a Chávez.
Hubo hombres que lo vieron en el siglo pasado, esos tres grandes de la historia: Kirchner, Chávez y Lula, vieron que la unidad de la región era imprescindible.
Es imprescindible, entonces, que los trabajadores comprendan este momento histórico; es imprescindible que los empresarios también lo hagan. El Gobierno, lo saben muy bien, porque cada vez que han estado en problemas algún sector, cada vez que ha sido necesario establecer políticas para defender lo nacional, lo hemos hecho.
Dentro de poco, estaré en la hermana provincia de Jujuy reabriendo el ingenio La Esperanza. Vuelve a reabrirse el ingenio La Esperanza y vamos a estar allí. Ya se encendieron las calderas, tengo entendido Gobernador; hoy, 9 de julio, se acaban de encender las calderas del ingenio La Esperanza. Van a comenzar pronto a andar los trapiches y nuevamente...
Pero tenemos que saber y tienen que saber productores y empresarios que vamos a necesitar agregar más valor al azúcar, porque del azúcar, si no, nos van a manejar el precio desde afuera, es un precio que no lo podemos poner nosotros y con la sobreproducción que tenemos, no tenemos otra salida que agregarle...y lograr alconafta a través de esa caña de azúcar. Ahí está la clave y ahí vamos a poner la inversión. Ese es el camino: frente a cada problema tiene que haber una solución y una propuesta y un camino para salir.
Podría hablarles de generalidades, podría hablar, como siempre digo, de los colores, de los pececitos, pero a mí no me gusta, no puedo, no me da ni el estómago ni el corazón para esas cosas. Yo necesito abordar los problemas que tenemos en serio los argentinos.
Y estoy viendo hoy una sobreproducción de azúcar y vamos a producir más azúcar; necesitamos, entonces, hacer toda la inversión necesaria para que esa azúcar se transforme en alconafta, agregarle mayor valor, generar más trabajo. Nos va a exigir también acuerdos con la industria automotriz, que ha ganado y gana mucho dinero también en la República Argentina, y complementarnos, además, con nuestros hermanos del Brasil.
Estas son las cosas que tenemos que discutir los argentinos. Pero, primero, para discutirlo, hay que saberlas. Porque si uno no sabe lo que pasa y solamente cree que lo que pasa es lo que aparece en la televisión o lo que lee en un diario, estamos fritos y estamos sonados. Y este es uno de los problemas que tenemos para poder abordar los grandes temas que demanda nuestra sociedad.
Por eso, en este 9 de julio,...me hace acordar a otro 9 de julio, para terminar, estaba más frío todavía, 2007. Él estaba junto a mí, había como una llovizna, había nevado en todo el país, hasta en Buenos Aires...
Siempre va a estar mientras haya un joven que levante sus banderas; siempre va a estar mientras haya un obrero que recuerde que recuperó su trabajo; siempre va a estar mientras haya un argentino, un niño que volvió a la escuela para aprender y no para comer. De eso estoy segura.
Y me hace acordar también a otro 9 de julio del 2009, cuando desde aquí de Tucumán lancé la reforma política, reforma política que hoy permite que todos los partidos políticos, todos, tengan la misma oportunidad en la televisión, en la radio y en la publicidad. Esa es la verdadera democracia, porque antes lo podían hacer únicamente los que tenían plata.
Hemos logrado la verdadera transformación, hoy todos acceden gratuitamente a los grandes medios para hacerles conocer sus propuestas a la sociedad. Eso es democratizar para que la gente pueda elegir y escuchar, porque de eso se trata la vida y la política: de elegir y cuando elegimos no es que tenemos que elegir entre el Arcángel San Gabriel y un candidato. No, tenemos que elegir entre candidatos que todos conocemos, porque además son siempre los mismos, con distintos nombres, con distintos disfraces pero son siempre los mismos.
Entonces, creo que esta oportunidad maravillosa que significa la reforma política, y que nos falta la otra reforma la que queremos hacer, la democratización de la Justicia para que también, y ahí está Susana Trimarco, testimonio vivo de que se necesita reformar la Justicia en la República Argentina. Que nadie me venga a hablar de seguridad si antes no me habla de reforma de la Justicia, si todos sabemos cuando hablamos de seguridad, que necesitamos más y mejor seguridad. Todos sabemos que si no tenemos una mejor Justicia, que no dependa de la plata que le ponen o cuando por ahí nos enteramos que hasta jefes de Policía están presos por haberse asociado con narcotraficantes y protegidos por la Justicia. ¿De qué me están hablando? Por eso hablamos de democratización de la Justicia. Tenemos la autoridad moral de haber sido el único partido político que no puso amigos en la Corte de Justicia. Tenemos la autoridad moral de haber designado a miembros de la Corte a los que ni siquiera el presidente les conocía la cara. También tendrían que pagar impuestos, sí también, sería una buena señal de igualdad ante la Justicia y ante la ley como marca el artículo 16 de la Constitución.
Pero miren, yo me conformo con que se democratice la Justicia y el pueblo pueda votar, no a los jueces, pero sí a los que establecen que aquellos jueces que no obran de acuerdo a la ley, que aquellos que no permiten que haya seguridad, tengan castigo. Esto lo necesitamos todos, porque no queremos más Susanas Trimarco en ninguna parte del país. Y porque también sabemos, haciendo un poco de historia, que la historia de los golpes militares en la República Argentina, no empezó en 1976, empezó en 1930 cuando lo derrocaron a don Hipólito Yrigoyen y la Corte dijo que estaba bien.
Entonces, argentinos y argentinas: hemos democratizado el Poder Ejecutivo y se sabe, con errores y con aciertos, porque les reitero, no se trata de elegir entre Cristina y el Arcángel San Gabriel. No, creo que todos saben que quien está en la Casa Rosada con equivocaciones, con aciertos, con errores, decide siempre pensando en los intereses del pueblo y de la Nación.
También sabemos que hoy, los que se sientan en una banca lo hacen a través de elecciones en las que han podido participar todos en igualdad de condiciones, donde ya no pesan los aparatos, sino que pesa el prestigio de cada dirigente.
Entonces, yo creo que también tenemos que democratizar esa Justicia para que finalmente tengamos un sistema mejor, no perfecto, es imposible la perfección, no es humana, la perfección es divina, es de Dios, nada más, todos los que estamos acá sobre la Tierra, somos hombres y mujeres de carne y hueso, con nuestras virtudes y nuestras miserias. Lo que tenemos que tratar siempre es que las virtudes sean más numerosas que las miserias, y de eso se trata.
En este 9 de Julio aquí en Tucumán, una vez más, junto a todos ustedes, con el compromiso de seguir luchando por un país más equitativo, más justo, más inclusivo y también hacerlo junto a nuestros hermanos de la América del Sur, como única garantía de poder volver a ser una gran Nación y donde millones de compatriotas vuelvan a ser incluidos como lo han sido en esta última década.
En nombre de todos ellos, por ellos y por los que vendrán, muchas gracias a todos y a todas; muchas gracias por el cariño, por el afecto, por el amor; muchas gracias por acompañarme en los momentos más dolorosos y sepan que siempre voy a estar junto a ustedes desde cualquier lado, porque por sobre todas las cosas, soy una militante peronista de toda la vida. No salí de un repollo, no cambié de un partido al otro, siempre estuve en el mismo lugar.
Gracias, muchas gracias a todos. (APLAUSOS)