martes, julio 09, 2013

Historia Revisionista: 9 de julio, Declaración de la Independencia Argentina -parte 2

Destinos distintos

Fue ese patriotismo mencionado por Ugarte el que en 1816 logró que unitarios y federales dejaran de lado sus discrepancias tras un objetivo superior. Entre ellos había abogados, militares, comerciantes y sacerdotes, muchos de ellos pertenecientes a logias masónicas. Después, continuaron siendo adversarios. Y algunos tuvieron finales trágicos.

Laprida, unitario, fue gobernador de San Juan en 1823. Seis años después murió asesinado por las montoneras de Félix Aldao. Nunca se halló su cadáver.

El abogado Tomás Manuel de Anchorena, se transformó en portavoz de los grandes estancieros de la provincia de Buenos Aires que apoyaron a Juan Manuel de Rosas.  Durante el gobierno del brigadier general, fue ministro de Relaciones Exteriores.

El sacerdote tucumano José Colombres se exilió durante el gobierno de Rosas. 

El militar y abogado José Ignacio Gorriti fue gobernador de Jujuy y aliado de Martín Güemes. Cuando en 1831 Facundo Quiroga derrotó a los unitarios en el norte argentino, se exilió en Bolivia.

Juan Martín de Pueyrredón, miembro de la Logia Lautaro, fue Director Supremo y apoyó la campaña de San Martín. Más tarde se hizo partidario del general Juan Lavalle, y vivió exiliado en Brasil y Francia hasta 1849.

El sacerdote Pedro Ignacio de Castro Barros, nacido en La Rioja y representante por su provincia, fue rector de la Universidad de Córdoba. Vivió exiliado en la Banda Oriental y en Chile, donde falleció.

El licenciado en filosofía Tomás Godoy Cruz creó la Logia Lautaro en Mendoza y fue gobernador en 1820. Durante la época de Rosas se exilió en Chile.

El abogado Pedro Medrano, nacido en Montevideo, fue diputado en dos ocasiones, camarista (1831), fiscal de Estado (1838) y presidente de la Cámara de Apelaciones.  Amigo de Rosas, se sumó a sus partidarios.

El abogado jujeño Teodoro Sánchez de Bustamante gobernó su provincia entre 1826 y 1827. Murió desterrado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).

La cuestión monárquica

Entre 1810 y 1820, hubo varios proyectos de crear en el Río de la Plata un reino independiente, con autoridades limitadas por una constitución al estilo de la impuesta en España en 1812 por el movimiento liberal. Las diferencias entre los distintos proyectos se deben a las familias reales que procuraba instaurar cada uno de ellos.  Básicamente se pueden distinguir cuatro proyectos:

El establecimiento de una dinastía portuguesa (Carlotismo).

El establecimiento de una dinastía española.

El establecimiento de una dinastía incaica.

El establecimiento de una dinastía francesa.

1) El carlotismo.
El proyecto de establecer en el Río de la Plata una monarquía moderada (adaptación del sistema parlamentario británico) independiente, comenzó a negociarse desde la llegada de la Corte Portuguesa a Río de Janeiro en 1808.
En efecto, Carlota Joaquina de Braganza, la esposa del rey de Portugal, era hermana del rey de España, Fernando VII.
Durante el cautiverio de Fernando VII bajo el poder del Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte, cuyas fuerzas ocuparon la Península Ibérica, Carlota Joaquina manifestó sus deseos de reinar en América a nombre de su hermano.
Pueyrredón y Belgrano participaron en las negociaciones que se proponían entronizar a la Infanta (princesa) Carlota en el Río de la Plata, proyecto que finalmente fracasó.
2) El Proyecto de Monarquía Constitucional bajo una dinastía española.

En 1815, Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia, intentaron negociar con Carlos IV (padre del rey de España Fernando VII) la entronización en el Río de la Plata del Infante Francisco de Paula. Pero fracasaron.

Los había enviado el Director Supremo Posadas, a ofrecer la sumisión al rey de España a cambio del establecimiento de una constitución. De esta manera pretendía evitar el ataque al Río de la Plata de una expedición represora que mandaría a América el rey de España.

3) La monarquía moderada en la dinastía de los Incas.
En la sesión secreta del 6 de julio de 1816, Manuel Belgrano –tal cual se dijo anteriormente- expresó sus puntos de vista sobre la forma de gobierno más conveniente según su visión de la realidad europea de ese momento. Belgrano propuso una monarquía moderada en la dinastía de los incas. Su propuesta contó con el apoyo de algunos diputados. Pero la opinión mayoritaria se inclinaba por la entronización de un príncipe europeo en una monarquía constitucional independiente de toda dominación extranjera.


4) El Proyecto monárquico francés en el Río de la Plata.

En respuesta a las negociaciones de los enviados del Director Pueyrredón a Europa, en 1818, llegó a Buenos Aires un agente secreto del gobierno francés, el coronel Le Moyne.  El objetivo original de Pueyrredón era entronizar en el Río de la Plata a un Orleáns (los príncipes más importantes de Francia por entonces). La propuesta de Le Moyne consistía justamente en entronizar al duque de Orleáns.



El responsable de negociar la monarquía orleanista en Europa fue Valentín Gómez. Pero el proyecto orleanista no se concretó y el 1º de junio de 1819, el gobierno francés contraofertó oficialmente a Valentín Gómez la entronización del príncipe de Luca. Se recomendaba también el matrimonio del príncipe con una princesa portuguesa sobre la base de la evacuación de la Banda Oriental. El fracaso del Proyecto orleanista precipitó la renuncia de Pueyrredón.

Fuente

Bardini, Roberto – 9 de Julio de 1816: Un acto de coraje.

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Sitio de Avellaneda – 9 de Julio – La independencia.  El Congreso de Tucumán

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