José
Benito Villafañe
Nació
el 9 de Julio de 1790 en la provincia de La Rioja. Se inició en las milicias provinciales como
soldado. Sus primeros pasos en la carrera
de las armas no se han registrado.
Cuando el teniente gobernador Martínez ordenó al comandante militar del
departamento de Famatina, Nicolás Dávila, que tuviese listos para el 15 de
enero de 1817 dos escuadrones de milicias de caballería, con un total de 120
hombres, para cooperar en la expedición a Chile, que iba a emprender el general
San Martín, entre los oficiales que formaban parte de aquellos escuadrones se
encontraba el capitán José Benito Villafañe.
La fuerza anteriormente citada de milicia riojana, 200 “llanistas” y 12
soldados de línea de Ejército del Norte, que por orden de Belgrano condujo el
teniente coronel Francisco Zelada, constituyeron la columna patriota que partió
de Guandacol el 22 de enero de 1817, por la Quebrada del Zapallar, hasta
avanzar el 1º de febrero, unas 20 leguas de territorio chileno.
El 12 de febrero los expedicionarios estaban
sobre Copiapó, esto es, la fuerza destacada por Zelada al mando de Dávila, en
la que marchaba el capitán Villafañe. En
el parte del jefe de este destacamento avanzado, a su jefe, el comandante
Zelada, sobre la toma de Copiapó dice: “Al capitán D. José Benito Villafañe,
destiné con 15 soldados de bayoneta para que fuerce la Guardia del Cuartel y se
apodere de él por sorpresa. Al alférez
D. Julián Fernández destiné con 10 hombres a que tome la retaguardia de dicho
Cuartel y el resto de la fuerza marchaba a mis órdenes en derechura a la plaza
para proteger al capitán Villafañe en caso necesario… Todas estas medidas sólo sirvieron para
llenar de asombro al pueblo, pues cuando yo llegaba a la plaza, ya estaba
ocupado el cuartel por el capitán Villafañe; sólo se oyó un tiro de fusil, y
fueron presos sin más que un cabo herido, hijo del comandante de armas.
Es recomendable el valor y entereza con que
los oficiales y tropa entraron al pueblo, sin que pudiesen adquirir noticia de
la fuerza que contenía el Cuartel, principalmente el capitán Villafañe que
cargó sobre la guardia”. Como se perfila
de este parte, el después general Villafañe fue soldado de valor sereno y de
decisión en el acto siempre emocionante de una acción de guerra. Intervino igualmente en la toma de Huasco,
destacándose en aquella expedición que tan eficazmente contribuyó a facilitar
la tarea del Ejército de los Andes, como un excelente oficial.
Por su comportamiento en aquella campaña,
Villafañe, al igual que los demás jefes y oficiales, recibió la medalla y
diploma otorgados por el Gobierno Argentino, a los vencedores de los españoles
en Chile, por resolución del 20 de noviembre de 1817.
Esta
expedición dio notoriedad en su provincia a Villafañe, el cual ascendió
rápidamente. En Copiapó, Villafañe
recibió unas piñas de plata por orden del jefe de la División, teniente coronel
Francisco Zelada. El recibo e inversión
de tales piñas, lo remitió el 15 de marzo de 1818, en expediente, al teniente
gobernador de La Rioja, Diego Berrenechea.
El
8 de junio de 1818 aparece el nombre de Villafañe en la “Gazeta de Buenos
Aires” entre los candidatos a teniente gobernador de La Rioja. A comienzos de 1821, Villafañe ya coronel,
ocupa la comandancia militar de La Rioja a consecuencia de la acefalía en que
quedó aquella ciudad por la fuga del general Francisco Antonio Ortiz de Ocampo,
depuesto por el comandante Juan Facundo Quiroga. En setiembre del mismo año fue nombrado
gobernador el coronel Nicolás Dávila, cesando Villafañe, que ya en aquella
época era uno de los principales tenientes de Quiroga.
En
1823, Villafañe era representante en la Sala provincial, cuando con fecha 9 de
marzo exoneró a Dávila del mando, asumiendo la Legislatura el poder. Habiendo desconocido aquél tal resolución,
los diputados, incluidos José Benito Villafañe y José Patricio del Moral,
primos hermanos de Dávila, sancionaron el 20 de marzo, la reducción de este
último por medio de las armas y se comisionó para cumplimentar tal resolución
al caudillo Juan Facundo Quiroga, el cual acatando tal disposición, el 28 de
dicho mes derrotó en El Puesto, distante una legua de La Rioja, a Dávila,
pereciendo en la acción su hermano, el general Miguel Dávila, ocupando entonces
la silla de gobierno el propio comandante Quiroga.
En
mayo de 1826, el coronel Villafañe fue gobernador delegado de la provincia
hasta noviembre del mismo año, por ausencia del titular, coronel Silvestre
Galván; el presidente Rivadavia nombró por entonces a Villafañe, jefe superior
de las fuerzas de La Rioja con el aditamento de defender el territorio de la
provincia.
Encontrándose
en Buenos Aires el coronel Villafañe, el 29 de setiembre de 1828 el gobernador
Manuel Dorrego le extendió el siguiente pasaporte: “Por cuanto el coronel D.
Benito Villafañe pasa a Montevideo, en la corbeta “25 de Mayo”, de ayudante del
Sr. Brigadier D. Miguel Azcuénaga, comisionado para recibir el canje de la
ratificación de los tratados de paz celebrados con el Emperador del Brasil…”.
Asistió
a la campaña sobre Córdoba, a las órdenes de Quiroga y se halló en la
sangrienta batalla de La Tablada, el 22-23 de junio de 1829. El coronel Juan Agustín Moyano, que formaba
parte de la oficialidad del coronel José Aldao, en Mendoza, sublevó el 10 de
agosto del mismo año en los Barriales (o Barreales) la división de aquél,
poniendo en prisión bajo su palabra de honor a los coroneles Francisco y José
Aldao y emprendió la marcha sobre Mendoza, donde exigió la renuncia del
gobernador Corvalán. Este pactó,
entregando el mando a Juan Cornelio Moyano, uno de sus correligionarios, el
cual ordenó al coronel Félix Aldao, que se hallaba en San Luis, curándose de la
herida recibida en La Tablada, que bajase a Mendoza con la fuerza a sus
órdenes, perteneciente a dicha provincia, que había ido como auxiliar de
Quiroga en la campaña a Córdoba, y que desde Corocorto (1), villa de la Plaza,
diera aviso al gobierno, cuando llegase y esperase de éste nuevas órdenes.
El
21 del mismo mes de agosto fue encargado del gobierno provisorio de Mendoza el
general Rudecindo Alvarado. Entretanto,
el coronel Félix Aldao había cumplido las órdenes de Moyano y había llegado a
Corocorto, donde hizo alto, del 20 al 21 de agosto, con 170 hombres. El coronel Villafañe había llegado a San Juan
con una parte del paisanaje que arrastraba Quiroga de La Rioja, y Alvarado,
tratando de explotar las verdaderas intenciones del caudillo riojano, pidió
explicaciones sobre los motivos de su marcha, lo que contestó Villafañe, desde
el Campamento en El Pocito, el día 30, titulándose “General de Vanguardia” y
diciendo que sólo reconocía la autoridad “jefe nacional”, general D. Estanislao
López; y el 1º de setiembre, desde “Campamento General en marcha”, anunciaba
que marchaba sobre Mendoza para reponer las autoridades derrocadas.
Uniendo
la acción a la palabra, Villafañe marchó desde El Pocito y el 11 de setiembre,
acompañado por el coronel Buenaventura Quiroga del Carril, sorprendía y copaba
la gran guardia preventiva que al mando del teniente coronel José Porto y
Mariño, el gobierno de Alvarado tenía destacada en Jocolí; el día 13 se reunía
con las fuerzas de Aldao en Barreales (estableciendo Villafañe su Comando
General en la finca de Mercedes Corvalán de Segura); de donde el 14 se
dirigieron sobre Mendoza, intimando al gobernador delegado Juan de Dios
Correas, la entrega del mando. Pusieron
sitio a la ciudad, la que resuelven los partidarios de Alvarado entregar el día
18, así como también las fuerzas, aunque una parte de éstas capitaneadas por el
coronel Pedro León Zuloaga, prefirieron dirigirse a San Luis, buscando la
incorporación con las del general Paz.
Al llegar al punto denominado “El Pilar”, en el actual Departamento de
Godoy Cruz (lugar distante 9 kilómetros de Mendoza), fueron alcanzadas y
sitiadas por Aldao y Villafañe. Allí
tuvieron lugar las sangrientas acciones del 21 y 22 se setiembre de 1829.
En
noviembre de ese mismo año, Villafañe dirigió tres partidas a operar en
distintos puntos, una de ellas a la provincia de Catamarca, por el Oeste de la
misma. Villafañe logró vencer a los
unitarios tucumanos mandados por Gorriti y sus tenientes, siendo el resultado
la ocupación de la ciudad de Catamarca, el 14 de diciembre, por el comandante
general Felipe Figueroa. El 7 de enero
de 1830, Villafañe derrotó en Ancaste al coronel Lobo, que murió en la acción.
Al
invadir Quiroga la provincia de Córdoba, a comienzos de 1830, el general
Villafañe al frente de 1.400 hombres y una batería de campaña, pertenecientes a
contingentes de La Rioja y Catamarca, engrosada su fuerza con las montoneras de
la Sierra, penetró por el Norte, llegando hasta Totoral Chico, donde se
encontraba una pequeña fuerza mandada por Rafael Torres, el que fue batido y muerto
en el encuentro. Vencedor Paz en la
batalla de Oncativo, marchó inmediatamente con una parte de su ejército contra
Villafañe, el que emprendió la retirada, al conocer la derrota de Quiroga; pero
las fuerzas de Paz lo persiguieron hasta obligarlo a capitular; suspendió su
retroceso al llegar a Serrezuela, donde lo alcanzó el teniente coronel José
María Martínez, comisionado por Paz para proponerle un arreglo, que se concertó
el 5 de marzo de 1830, el que consistió en los siguientes puntos:
“1º:
Cesación de Villafañe en el mando de La Rioja y debiendo procederse a una nueva
elección; 2º: Entrega de las armas, municiones y demás artículos de guerra; 3º:
Separación de Villafañe del comando de la tropa; y 4º: Canje de prisioneros.
Villafañe
cumplió lo estipulado, poniendo a disposición del gobierno de La Rioja las
fuerzas a sus órdenes, pero en las elecciones verificadas en el mes de abril,
resultó elegido gobernador de la provincia.
Ante esta situación, el general Paz, ordenó que el coronel Lamadrid marchase
a La Rioja a recibirse del mando, lo que verificó a comienzos de junio de 1830,
haciendo entrega del poder el propio Villafañe.
El día 5 del mismo mes, la Legislatura dictaba una ley declarando a la
provincia de La Rioja dependiente en el ramo militar, de la dirección y
administración del gobernador de Córdoba, general Paz, como jefe supremo de las
fuerzas; y otra ley de la misma fecha, declaraba proscriptos y fuera de la ley,
a los generales Juan Facundo Quiroga y José Benito Villafañe, autorizando al
Poder Ejecutivo para que reclamase sus personas e intereses a los gobiernos de
los Estados de la República donde se hubiesen asilado; y a todo individuo que
les prestase auxilio, perseguirlo y ejecutarlo con la pena capital.
El
general Villafañe emigró a Chile, y cuando el general Quiroga obtuvo su triunfo
en el Rodeo de Chacón sobre Videla Castillo, el 28 de marzo de 1831, llamó a
Villafañe para que tomara el mando de la división vencedora en dicha
acción. En viaje de regreso fue
alcanzado por el sargento mayor Bernardo Navarro (que también regresaba de
Chile) en Guanda, a la entrada del pasaje de la Cordillera de Coquimbo; y
después de un duelo a lanza, verificado en una noche del mes de mayo de 1831,
en la casa situada en Tilo, donde se alojaba Villafañe, éste fue muerto;
debiendo haberse producido el lance entre el 5 y el 10 de mayo, pues el 18 de
este mes se supo el suceso en San Juan.
Referencia
(1)
Se ubicaba al margen izquierdo del Río Tunuyán y había de distancia hacia
Mendoza más o menos 52 leguas. En 1776
el primer Virrey del Río de la Plata Don Pedro Antonio de Ceballos y Cortéz
ordenó que se confeccionara un mapa topográfico en donde figuraba la existencia
de la posta Corocorto. El 20 de marzo de
1792, el comandante de Armas y Fronteras, Don Francisco Amigorena, funda la
Villa de San José de Corocorto conocida en la actualidad como “La Villa
Antigua”.
Fuente
Efemérides
– Patricios de Vuelta de Obligado
La
Historia del Departamento de la Paz – “Un lugar para el Encuentro” – Escuela Nº
4-034 Galileo Vitali.
www.revisionistas.com.ar
Yaben,
jacinto R. – Efemérides argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).
Agradezco
especialmente el aporte de www.revisionistas.com.ar