La madre sorprende a su hijo Jaimito cuchareando del helado que tiene en el freezer para el postre. Le dice:
- Nene, dejá ese helado en la heladera; la cena va a estar lista dentro de un rato. ¿Por qué no vas a jugar con la play?
- ¡Estoy aburrido de jugar con la play! ¡Quiero comer helado!
- Bueno, entonces andá a leer un librito...
- ¡No quiero leer ningún librito! ¡Quiero helado!
- Bueno, Jaimito... Tené paciencia. ¿Querés que mamá juegue con vos un rato hasta que esté la comida?
- Mmmm... Bueno... ¡juguemos a la mamá y el papá!
La madre duda de la propuesta, pero accede.
- Bueno, ¿qué querés hacer?
- Vamos al dormitorio, dale...
La madre, cada vez con más dudas, va con el chico al cuarto. Ahí el nene le dice:
- Acostate en la cama.
La madre obedece, y cuando ve que el chico se saca la ropa y se pone la bata del padre, pregunta alarmada:
- ¿Y ahora qué querés que haga?
- ¡Perra inútil!... ¡Levantate de la cama, mové el culo y servile un poco de helado al pobre chico!