Los herederos del “Imperio donde no se ponía el sol”, hoy son simples empleados de las corporación
LAS CASAS REALES EUROPEAS ESTÁN EN "EL HORNO”
No se trata sólo delperipatético rey de España, sorprendido cuando gastaba dinero a manos llenascazando elefantes ¡¡cazando elefantes!! (Hay que ser hijo de puta para tomarsetantas molestias para matar a tan espléndido animal), sino que la noche estállegando a muchas otras de estas rémoras medievales. No olvidemos que su doña,Sofía, proviene de la casa real griega, país al que, como todos podemos ver, loha quebrado la usura internacional. Y doña Sofía, punto en boca. El problema delos griegos es de ellos, ella vive en España.
La verdad es que losherederos del “Imperio donde no se ponía el sol”, hoy son simples empleados delas corporaciones euro-norteamericanas, cuyo único merito es que hablan elmismo idioma que nosotros, los latinoamericanos. Pero los peninsulares se lacreen. Primero se creyeron que habían logrado la prosperidad, pero eso se debíaa que toda Europa lavaba su dinero, secándolo al sol de sus construcciones enEspaña.
Pero ahora se enfrentan conla verdad, no fabrican nada, apenas unos jamones y unas aceitunas, y sejactaban de ser la octava economía del mundo. Si serán estúpidos. Ahora que seles cayó la máscara, todo el mundo corre desesperadamente sacando su dinero delas manos de esos inútiles madrileños y codiciosos catalanes.
El “Súper Ratto”, que venía atraernos la verdad revelada del FMI, ahora aparece como el responsable delmayor desfalco bancario de España, y después logra que sus amigos del PP, quese hicieron del Estado español, se hagan cargo del fenomenal robo, a costillasdel dinero que le sacan a las escuelas, a los empleados públicos, y a cuantacaja pueden meter mano.
¿Y estos patanes queríanenseñarnos como debíamos gobernarnos?
Para mostrar la muy diferenteclase de gente que somos, los recibiremos cordialmente, cuando lleguen, con lagorra en la mano, buscando tener un lugar bajo nuestro sol. Inclusive esprobable que los entrenemos, ahora que saben leer, para algo más acorde con suspretensiones, antes solo sirvieron para servirnos café. Y acá vamos a tenerlosde nuevo, huyendo de la real miseria española. Pero muchachos: tengan claro queaquí, el que no labura, no come, porque para vivos, estamos nosotros.
En este siglo, cuando lasestructuras piramidales entran en crisis y son superadas por las redes deconocimientos, donde se diluye toda posibilidad de hegemonía mundial ante lallegada de la hora de los pueblos, tenemos otro ejemplo de decadencia de lascasas reales en el Papa. ¿Qué tipo! Hay que ser verdaderamente inepto (ademásde no tener una pizca de cristiano) para que lo escrachen así. ¡A la Iglesia!,con casi 2.000 años de cuerpear cuanto desastre hicieron, con 300.000artilugios para esconder al monarca de la iglesia detrás de esos pesadísimos yrumbosos ropajes (que Fellini desnudara tan bien en su inolvidable “Roma”). Eljovato es una catástrofe. Para quedar bien con sus jefes, apenas asumió se tiróde cabeza contra el Islam, y después tuvo que ir a pedirles perdón de rodillas.Por la suya, protegía a cuanto pederasta con sotana andaba por los claustrosalemanes. Y ahora lo engancharon con un curro de guita, parece.
Qué diferencia con suantecesor. Él sí, que supo hacerla. No hubo un Papa más corrupto y reaccionariodesde los Borgia, pero le decían Juan “El Bueno”. Al tipo lo pusieron losyanquis, como condición para sacarle el cepo financiero que le armó, alVaticano, el delegado del Pentágono, el Obispo Marcikius. Ellos veníanpreparando a este polaco, pues era una garantía para la superpotencia, (queentonces venía embalada), él había armado la rebelión de Polonia contra lossoviéticos, y desde allí, la CIA, empujó el derrumbe.
El bueno de Juan no seconformó con eso y, prolijamente (y a veces no tanto), desarmó todo elprogresismo dentro de la Iglesia, (que hasta entonces había tenido la sabiapolítica de permitir que “todo fluyera”, dejando todos los canales abiertosporque el futuro es incierto). Pero nó: Decapitó a los Curas del Tercer Mundo,terminó con la Teología de la Liberación, colaboró con las tiranías militareslatinoamericanas, y pontificando sobre esto, el bueno de Juan Pablo, arrasó contoda actividad que tuviera el menor olor progresista. Aún ahora, que están yendo en cana hasta los ricos, queestuvieron en la joda procesista, ellos no excomulgan, o algo así, al curacastrense encargado de ablandar a los torturados.
No es sólo el Papa el queestá en el horno, es el Papado, que se dejó cooptar por un Imperio declinante,que entonces pensaban que su estrella era eterna. Los muchachos del Vaticano nohicieron poco: ¡les ayudaron a ganar la Tercera Guerra Mundial!. Lascorporaciones le pagaron con la más descomunal campaña de prensa jamás vista.Otra que Juan el Bueno, ¡Juan el Vivo!. Hábil político, politiquero incansable,hasta logró que lo canonicen porque alguien se curó porque pensaban en él.¡Otra que Tinelli!.
Pero la secuencia deacontecimientos que llevaron a Juan el Bueno al trono vaticano es digna de latradición de los Borgia. Cuando muere Paulo VI, el cónclave cardenalicio elijea otro Papa romano y este se autodenomina Juan Pablo. Enterado del desastreeconómico en que estaban, decide volver a la Iglesia Cristiana, la de lapobreza. La CIA no estuvo de acuerdo y le preparó un té, y un mes después deque asumiera, decidieron terminar con los papas italianos, tan poco confiables(ver el Padrino 3), así que nombraron polacos y alemanes.
Los ingleses, tampocoahorraron esfuerzos. Consiguieron por fin una princesa, Diana, que le caía biena la gente, pero ella no aguantó más al pollerudo heredero del trono y se metecon un árabe. CI 6 arregla el tema, accidente de auto mediante, y muerta laperra se acabó la rabia. Lo que no pudieron hacer es convertir en inteligente asu boludo ex esposo, que debería sustituir al Duque de Edimburgo como jefe delos mejores espías del mundo (junto con la inmortal KGB). Al Duque no le faltanméritos, como presidente de la World Wide Fundation inventa y banca a GreenPeace, un nuevo brazo político de los intereses británicos, especialmentemineros y petroleros. Así es como acá tenemos muchos agentes británicosdisfrazados de ecologistas.
Estos isleños, malvados perode buen gusto, siguen desconfiando del Continente, así que en lugar de aliarsecon el estalinismo alemán, siguen abrochados, y pagando los intereses que suantigua colonia le cobra por haberlos salvados de los alemanes en la SegundaGuerra.
Esta asociación, NATOmediante, no les ha servido para evitar caerse en el mismo abismo al que asomatodo Occidente. No hace falta ver sus balances para saber que están igual dequebrados que sus coterráneos continentales (echaron a 700.000 empleadospúblicos), y se quedaron sin plata ni para lápices, su Armada está en crisis,ni siquiera tienen un portaaviones. Después que el agente de la CIA, TonyBlair[1], dejo la gerencia, los isleños perdieron toda iniciativa. Sudesconfianza por los alemanes, los mantuvo fuera del euro, pero el actualestalinismo germánico encontrará la forma de arrastrarlos al pozo, al fin decuentas, los que inventaron el liberalismo fueron los isleños, no ellos.
La casa real tiene susempresitas: son dueños de la Shell, de bancos y una de las principalesorganizaciones de información del planeta. Por lazos de sangre son socios deotras casas reales, y gracias a la Reina Sofía engancharon a los Borbones paraque hicieran el trabajo sucio en América Latina. Le dieron un pedazo de Repsol,y después que el Virrey Cavallo firma el Acuerdo de Madrid, les encargarondestruir la mayor empresa argentina, pieza por pieza, y como pago, quedarse conla mayor cantidad posible de dinero para sus bolsillos.
La historia de los Borboneses un penoso retroceso en el tiempo. Los puso en el poder el siniestro dictadorFranco, después de diezmar al pueblo español con la ayuda nazi, cosa de lo queno se habla, aún, sino miren lo que le pasó al juez Garzón.
Los Windsor son otra cosa,perdieron la guerra y los yanquis les pasaron la factura, y ahora mandan unapartícula de lo que mandaban antes de la Segunda Guerra Mundial, pero tienen alCommonwealth, con países que todavía ponen la cara (y los muertos) por ellos.Saben cómo controlar a sus sufridos isleños, y medio tarados, dado que, a pesarde todo el 80 por ciento quieren tener reina.
La Casa holandesa, (enrealidad se llaman Países Bajos) porque siempre están amenazados por quedarbajo el agua, son socios con los ingleses en Shell, no han tenido mejor ideaque casar a su primogénito con la hija de un almirante argentino represor.Ahora la feliz pareja anda mirando terrenitos por aquí, por si los agarra lainundación, con esto del cambio climático.
Las casas reales tienen pocopoder, pero manejan grandes negocios: inmobiliarios, bancarios y petroleros sonsus principales rubros, así que pobres nunca serán, por eso desde aquí, desdela América Salvaje, no entendemos que corno hacen estos tipos, para que suspueblos no los saquen a patadas.
Y mirando más de cerca a losManolitos que saquearon YPF, tenemos una imagen clara de su rapacidad,insensibilidad y falta de inteligencia. ¡Solamente a nosotros se nos ocurresacarlos de la hambruna en que quedaron después de la Guerra!.
Esos inútiles pedantes, nohan dejado cretinada sin hacer, y no quedan dudas que fue hecho por encargo deInglaterra, nuestro gran socio y enemigo en los dos últimos siglos, y con elaval de Estados Unidos. Y todavía hay quienes los defienden.
Ahora, tenemos quereconstruirlo todo, pero ya vacunados de los cantos de sirena del Norte, serámás fácil, y más interesante.
[1] La película “El escritoroculto”, desenmascara como lo lograron.
Escrito por Walter Moore
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