CHILE: parlamentarios y organizaciones
exigen recuperar la soberanía chilena sobre el agua
Parlamentarios opositores y organizaciones sociales advirtieron este miércoles sobre la privatización del agua en Chile y exigieron recuperar la soberanía sobre ese vital recurso.
“En todos los países del mundo el agua es un bien nacional de uso público; en tanto Chile es el único país del mundo donde el agua es propiedad de los privados”, advirtió el senador y presidente saliente de la Cámara Alta, Guido Girardi.
El también representante del Partido Por la Democracia anunció que será impulsada una reforma constitucional para que el agua vuelva a ser de los chilenos.
Ilustró cómo hoy la transnacional Endesa es dueña del 90 por ciento de los derechos de esos recursos hídricos y se dan paradojas como las de los agricultores que residen al lado de ríos y no pueden utilizarlos porque Endesa es la propietaria.
Chile es la segunda reserva mundial de agua dulce del planeta y tiene las aguas más limpias a nivel mundial, por lo que recuperar su propiedad resulta relevante para los desafíos geopolíticos futuros, señaló el legislador.
La propuesta de reforma constitucional fue respaldada aquí por la Confederación de Trabajadores de la Salud Municipalizada (Confusam) y por las agrupaciones Patagonia sin Represas, entre otras colectividades que aspiran a reunir un millón de firmas a favor de la iniciativa.
Carolina Espinoza, presidenta de Confusam, realzó el significado de la citada reforma.
Vamos a convocar a otros actores para que recuperemos esta fuente de vida para los chilenos y no para un grupo de privilegiados, afirmó.
Este debe ser un derecho humano garantizado, subrayó la líder social.
Con igual punto de vista Esteban Maturana, dirigente también de la Confusam, expresó que “Chile no es de Chile; no somos dueños ni siquiera del agua y está campaña busca recuperar la posibilidad de no hipotecar el futuro de nuestro país”.
Los gestores del proyecto de reforma persiguen que, tal como estaba establecido antes de la Constitución de 1980 aprobada por la dictadura de Augusto Pinochet y que rige aún, el Estado recupere el dominio absoluto e imprescriptible de todas las aguas de la nación.
PL
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